miércoles, 21 de agosto de 2013

HOGAR ESCUELA CALLE

En el área que investiga, estudia y comprende la formación y educación de nuestros hijos. Donde el hogar y la escuela como principales agentes formadores y educativos se une, en la actualidad, la educación en la calle. Nuestros hijos, como seres sociales, están expuestos a recibir valores que son asumidos desde el grupo social en el cual se desenvuelven. Este hecho nos invita a reflexionar acerca de la importancia de la sociedad en la transmisión de principios en valores y juicios que propicien el respeto a la diferencia, que colabore a desarrollar su vocación, y que posibiliten el desarrollo de la personalidad de ellos y de su responsabilidad con respecto a la sociedad de la que forma parte.

Educar en Valores, concepto muy utilizado pero poco definido, los valores comienzan a formarse desde que nace el hombre, este vive inmerso en una sociedad que influye constantemente en su manera de pensar y de actuar. Se produce una retroalimentación constante entre hombre-emisor y sociedad-receptora y viceversa, sociedad-emisora, hombre-receptor, esta acción lo acompaña a lo largo de la vida, una vida en la que el sujeto establecerá unas bases que le permitirán:
• Formarse, crecer en lo personal y grupalmente.
• Aprender normas.
• Vivir en comunidad.
• Respetar al prójimo y a la sociedad.
• En su constante crecimiento, buscar nuevas soluciones a los modelos actuales.
• Analizar y transformar a la propia sociedad…

La sociedad, la calle, hacen madurar y adherir en el hombre valores, defectos, vicios y virtudes, estableciendo el patrón o modelo de conducta y comportamiento de los individuos en relación con su entorno social y con él mismo.

Por tanto, será necesario que en conjunto el hogar-escuela-sociedad, analice  y proponga normas, herramientas y acciones que serán comunes a todos, y que deberán fortalecer al conjunto y al sujeto.

También sabemos, que en la actualidad existe una crisis de valores, donde el futuro de la persona está hipotecado por el tener y no por el ser. Dejando al individuo en manos de grupos muy diversos o que nada tienen en común, razón por la cual el individuo puede entrar en conflicto, ya que existen distintos juicios de valor.

Aunque hoy en día, pareciera que el hombre está a buscando sus valores internos(del ser), la realidad es que esta se disfraza para enmascararse en culto a los valores del tener, al exterior del ser, entonces la formación del hombre con buenos valores queda relegada al segundo plano y por encima se sitúa el culto ser exterior.

La responsabilidad es de todos los padres y maestros que educamos a lo largo de nuestra vida, es decir, es una nuestra responsabilidad.
Las consecuencias que se derivan de la crisis del sistema de valores actual propicia que nuestros hijos, que se encuentran en formación, clave en su desarrollo de maduración individual y social, busquen referentes educativos en contextos diferentes a los modelos tradicionales: escuela y hogar.

Hoy en día sufrimos una ruptura entre los ejes que fundamentan el sistema de valores en la sociedad: hogar, escuela y calle.

El hogar, entendido éste como el espacio en que el sujeto se inicia y se desarrolla como ser social vive un momento de crisis que influye en la educación de los pequeños. Es un sistema que se enfrenta a una situación contradictoria entre lo que queremos transmitir y lo que finalmente transmitimos. Las dinámicas actuales complican el educar, por el mismo concepto del tener.

La escuela, como el patio de la casa se muestra impotente y un tanto solitaria en lo que se refiere a la responsabilidad de la educación y concretamente en la educación en valores. Se pierde el objetivo de la formación para hombres y mujeres felices y comprometidos con la sociedad y los menos favorecidos.

Y la calle, vista por el adolescente, impone un modelo de referencia basado en el consumismo, que desencadena un desajuste porque modifica el sistema de valores, tratado de enseñar tanto en el hogar, como en la escuela.


Pero pareciera que vamos por mal camino, pero no, en otro artículo veremos como desde la casa y la escuela podemos ayudar a que nuestros hijos puedan discernir en cuanto a su buen y feliz futuro.

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