Es cuando a nuestros niños los orientamos de manera contradictoria, les enseñamos de una manera y nuestro comportamiento es completamente distinto, por ejemplo:
1. Le enseñamos en casa a que no “debe decir mentiras”, pero al ratito le pedimos que: “dile a tal persona que no estoy”, o tal vez hoy le celebramos en casa determinada conducta (de poca educación), pero cuando estamos con otras personas lo reprendemos por esa misma acción que le celebramos.
2. En la escuela se le habla de respeto a nuestros semejantes, pero uno o varios compañeros se burlan o humillan a un compañerito tímido, esto es bulling, mientras el maestro/a observa el hecho y pareciera avalarlo por su gesto indiferente
La diferencia entre las enseñanza en virtudes y vicios llega a ser muy distante, cuando comparamos las que se dan en casa y en la colegio (institución educativa) y los ejemplos que el niño o el joven reciben en la escuela de la calle (fuera del ámbito de la familia y los maestros). Si además incluimos las frases y los lemas sin moralidad, las habladurías sin ningún tipo de ética, sobre todo ejemplos con falta de honradez y decencia, que contradicen las orientaciones y consejos que los educadores y los padres enseñan.
En este momento, puede que asome en el niño o el adolescente desorientación o duda por no saber aún a qué atenerse, ya que se le hará difícil distinguir los verdaderos valores y como consecuencia, los acepte su mente y los adapte a su conducta.
En estos casos, hay que tener presente, que tanto el niño como el adolescente, aceptará y practicará las ideas que considere más fácil y agradables, aunque lo perjudiquen tanto psicológicamente como en su formación y desarrollo.
En consecuencia es nuestro deber, evitar que estas ideas distorsionadas sean aceptadas por nuestros jóvenes, y que al final arrastren al adolescente a comportarse lejos de su naturaleza y dignidad, en este momento nuestros esfuerzos serán inútiles y nuestros consejos estériles.
Si es este el camino utilizado, como padres y educadores habremos fracasado en nuestra tarea esencial de formar a nuestros jóvenes.
Ing. Vincenzo Fusco Sparacino (Papá)
PALABRAS CLAVES: EDUCAR, PADRES, FAMILIA, NUCLEO, EDUCADOR, HIJO, JOVEN, ENSEÑANZA, EJEMPLO
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